Javier Barbado. Madrid
El director general –y propietario– del Hospital Virgen de la Paloma de Madrid, explica a  Publicación  de Sanidad Privada el porqué de dos nuevas agrupaciones del sector sanitario privado cuyos estatutos acaban de aprobarse: la Asociación Empresarial para la Excelencia en Hospitales de la Sanidad Privada –de la que es promotor– y la Asociación Nacional de Actividades Médicas y Odontológicas de la Sanidad Privada. A lo largo de la conversación mantenida con este periódico, este directivo justifica los nuevos colectivos en el deseo de expurgar a la Sanidad privada de viejos prejuicios, ante todo de la idea de que en ella no se tiene en cuenta la calidad de la asistencia. No en vano, el entrevistado forma parte de la Asociación Nacional de la Calidad Asistencial, organismo enfocado a la red sanitaria pública cuyos preceptos, en su opinión, son aplicables por igual, si no más, al ámbito de la Medicina que se ejerce en hospitales y consultorios privados.

Valentín Ballesteros.

Acaban de aprobarse los estatutos de la Asociación Empresarial para la Excelencia en Hospitales de la Sanidad Privada. ¿En qué consiste esta iniciativa?

Bueno, yo llevo aquí, en la Virgen de la Paloma, muchos años, y el caso es que he tenido siempre la sensación de que, en las noticias, se destaca el aspecto empresarial [de la Sanidad privada] y nunca, por ejemplo, el de la lucha por la calidad asistencial o por el hecho de que los hospitales privados hacemos una buena asistencia médica. Así que se trataba de empezar a desmontar la creencia de que los hospitales privados tenemos pocos medios y ninguna calidad asistencial, es decir, se trata de fundar una asociación para poder contrarrestar todas estas cosas.

En el Boletín Oficial del Estado puede leerse que, aparte de usted, son promotores del proyecto José Antonio Méndez [traumatólogo y cirujano ortopédico en la Clínica de Fátima, Sevilla] y María José Marco Arboli [de Unmequi Sanatorios SL, con centros en Alcalá de Henares y Guadalajara].

Bueno, nosotros lo hicimos con la Clínica Fátima de Sevilla y Unmequi en Alcalá de Henares. Nos hemos juntado con la intención de poner [la asociación] a disposición de todos las clínicas y hospitales españoles, claro.

¿Tiene alguna relación con otras asociaciones, por ejemplo, la Federación Nacional de Clínicas Privadas o, de creación mucho más reciente, el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS)?

Yo siempre he dicho que una de las cosas que faltaba era promulgar que los hospitales privados también sabemos hacer bien las cosas. Esta idea ha surgido a raíz de que nos trataran igual que quienes trabajan en los hospitales de la red pública, porque hay que publicitar, por ejemplo, que estamos haciendo cirugía de la misma complejidad y con la misma calidad que la que se hace en aquéllos.

Así que se trata de transmitir eso: que la privada no se reduzca a abordar el parto. Siempre parece que lo hacemos mal, o que somos vamos por la peseta, cuando no es así. Ésa es una espinita que tenemos clavada cuando, en realidad, tenemos mucha calidad asistencial.

Entiendo que no guardan relación alguna con las instituciones que le digo…

No tenemos ninguna relación, no tenemos nada que ver. He estado en muchas reuniones del IDIS y de la Federación Nacional de Clínicas Privadas, pero nosotros vamos un poco más a la calidad asistencial. No pretendemos competir ni con el IDIS ni con la Federación.

Una vez aprobados los estatutos de la asociación, ¿cuál es el siguiente paso?

Hombre, yo lo he hablado siempre en reuniones tanto de la Asociación de Clínicas Privadas como en reuniones entre los hospitales aquí en Madrid o en otros sitios, y hemos abordado la posibilidad de dar un añadido de calidad. Hace años, cuando comencé, me marqué el objetivo de que los hospitales debíamos ser conscientes de sólo dejar operar a médicos en los cuales confiásemos, es decir, no hacerlo sólo con fines económicos, y bueno, ésa es la idea con la que surgió la asociación.

¿Quiénes compondrán la Junta Directiva?

La verdad es que, como llevamos casi un año desde que empezamos con el proyecto, lo dejamos en manos de un abogado que se encarga de ello y, ahora que ya están aprobados los estatutos, tenemos que hacer una reunión que dé cabida a todos los hospitales españoles, a todo el que quiera, siempre y cuando esté dentro de los hospitales con calidad y que luchen por hacer excelente la asistencia.

De modo que hablamos de una iniciativa que ahora debe materializarse.

Sí, sí. Falta componer la Junta Directiva… en realidad falta casi todo, porque, ya digo, fue una idea que se ha ido haciendo muy poco a poco. Pero lo hemos hecho porque pensamos que con la calidad se gana más que con la economía, es decir, su uno hace las cosas bien, al final los hospitales son rentables.

¿Es la calidad asistencial, pues, la clave de la asociación?

Todo esto surge, en realidad, porque yo formo parte de la Asociación Nacional de Calidad Asistencial, que es pública, y que es adonde van todos los [profesionales] de la red pública, y el hecho es que, cuando uno hablaba con ellos, te decían: “¿Cómo es que, si eres de la privada, estás aquí?”.

Es decir, tienen lo privado como algo “malo”, algo que carece de calidad asistencial, y, sin embargo, sí la tenemos y, muchas veces, más que los centros públicos.

El mismo día que se publicaron los estatutos del colectivo que ha fundado, puede leerse que ha hecho lo propio otro más, en concreto la Asociación Nacional de Actividades Médicas y Odontológicas de la Sanidad Privada. ¿Tiene algo que ver con la suya?

Sí, de hecho forma parte de ella nuestra directora de Enfermería [en el Hospital Virgen de la Paloma de Madrid: Rosa María Fernández] y también María del Pilar Ruiz, que llevan la parte de la UVI y los consultorios.

¿Cuál es, pues, la diferencia entre ambas asociaciones?

Es lo mismo, sólo que encaminada a los consultorios. La cuestión aquí es que yo casi “he nacido” en el Virgen de la Paloma, y lo cierto es que, en las reuniones, se ha hablado casi siempre de dinero, de modo que se trata de decir que esto o aquello se ha hecho bien, se ha dotado de calidad… y, bueno, decir que se han hecho bien las cosas.

Pero me gustaría que incidiera en qué distingue a estas dos agrupaciones.

Ésta es otra discusión que ha habido siempre. Nosotros, aquí en Madrid, a la hora de negociar, por ejemplo, el convenio colectivo se hace el de clínicas de hospitalización, consultas y laboratorios de análisis quirúrgico, que son cosas distintas, diferentes, porque no puedes medir los mismos parámetros en un consultorio médico y en un hospital. Un consultorio médico lleva una serie de parámetros, y un hospital lleva otros totalmente distintos. De ahí que se hicieran dos asociaciones, lo que sucede es que a una se suma la actividad de los odontólogos.

¿Se hacen prácticas excelentes en la Sanidad privada?

En la Sanidad privada se están haciendo cosas muy bonitas, por ejemplo en cirugía, laparoscopias, tratamientos… Simplemente el hecho de poder atender al 90 por ciento de los funcionarios con la misma calidad asistencial que se les puede dar –con los mismos diagnósticos y las mismas pruebas– en la Sanidad pública, prueban que hemos tenido que espabilar estos años, y que es cierto que nuestro parque tecnológico es mucho mayor.